Asignación de recursos públicos para la educación superior universitaria: Perú 1960-1990
Abstract
Este estudio pasa revista al proceso de asignación de recursos financieros
públicos a las universidades estatales durante las últimas tres
décadas en el Perú. El propósito es detectar los principales factores
explicativos de dicha asignación, en especial las variables de naturaleza
política y burocrática. Se trata de precisar el papel de las instituciones
que intervienen en el proceso, y de definir los estilos de gestión
preponderantes en cada momento histórico. En general, según el
autor, durante el periodo estudiado existió muy poca estabilidad en
los criterios y mecanismos empleados en el proceso de asignación de
recursos públicos a la educación universitaria, y no se contó con una
política pública de financiamiento universitario, relativamente autónoma
de la situación fiscal de corto plaw.
Para su análisis, el autor distingue tres etapas básicas. La primera
etapa se inicia con la promulgación de la ley universitaria 13417, en
abril de 1960, y culmina con la asunción del gobierno militar. En
esta etapa el sistema universitario experimentó un crecimiento explosivo;
predominaba entonces una concepción que asignaba al
Estado la obligación de asegurar la solvencia económica de las universidades,
dotándolas de rentas suficientes. Estas, además, gozaban
de autonomía para el diseño y el manejo de sus presupuestos. No
obstante, hacia el final del periodo, la crisis fiscal y el propio crecimiento
del sistema afectó seriamente los presupuestos de las universidades.
El anterior contexto enmarca el inicio de la segunda etapa,. que el
autor identifica con la promulgación de la ley universitaria 17437, en
febrero de 1969, y que culminará con la restauración democrática,
en 1980. Esta etapa estuvo signada por un tratamiento burocrático y
racionalizador del proceso de asignación de recursos -a través de una
instancia creada para tal efecto, el Consejo Nacional de la Universidad
Peruana (CONUP). Se limitó el concepto de autonomía económica
de las universidades a la libre disposición de las rentas que el
gobierno decidiera darle; así, el periodo se caracterizó por una fuerte inestabilidad de los presupuestos universitarios y una total dependencia
de la situación fiscal.
La tercera etapa cubre toda la década de los ochenta, en la cual
dos gobiernos democráticos se sucedieron en el poder. En esta etapa,
pese al intento de reforzar la autonomía universitaria que significó el
que alcanzara el rango de norma constitucional, dicha autonomía se
vio en la práctica frustrada por la prolongada crisis fiscal, que obligó a
las universidades a una lucha constante por la obtención de los
escasos recursos que el Fisco presupuestaba. Se generó así una dinámica
donde la burocracia del Ministerio de Economía ganó poderes
para asignar o reasignar recursos, más allá de lo dispuesto por las
leyes presupuestales. Al impulso de estas dificultades, las universidades
se han visto obligadas a desarrollar formas de presión por la
obtención de recursos, y a buscar por otra parte mecanismos de
generación de recursos propios.