Los activos de los pobres en el Perú
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Date
1998Author
Escobal, Javier
Saavedra, Jaime
Torero, Máximo
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Tanto la distribución del ingreso como los niveles de pobreza han registrado importantes modificaciones a lo largo de las últimas cuatro décadas en el Perú. Más allá de las diferencias metodológicas asociadas al cálculo de estos indicadores, la evidencia sugiere que en los últimos 40 años se habría reducido la dispersión en la distribución del ingreso. Asimismo, se habría producido una importante reducción en los niveles de pobreza, especialmente durante la década de los setenta. A pesar de ello, la tasa de pobreza continua siendo una de las más altas de América Latina. De otro lado, el análisis de la distribución de activos durante los últimos diez años revela en general una continuación de las tendencias de largo plazo. El nivel educativo medio sigue aumentando y la desigualdad en el acceso a la educación es cada vez más baja. En cambio, en el caso de los servicios públicos, si bien el acceso medio ha ido aumentando, los niveles de desigualdad siguen siendo muy elevados. Asimismo, el acceso al crédito es muy diferenciado según los quintiles de gasto, mientras que el ahorro financiero y los bienes durables, que son activos que pueden fungir como colaterales, están entre los activos peor distribuídos. En base a la estimación de ecuaciones de gasto, se ha calculado el impacto por quintil de cambios en la tenencia y acceso a ciertos activos sobre la rentabilidad de la educación y la tierra. Los resultados muestran un efecto positivo de los activos públicos sobre estas rentabilidades, evidenciando la complementariedad entre los mismo. Esto muestro el rol de la política pública en términos de provisión de servicios e infraestructura, como mecanismo para potenciar la rentabilidad de los activos privados y, de esa manera, facilitar la reducción de la pobreza. Asimismo, reducciones en el tamaño de la familia tienen un impacto positivo y significativo sobre la rentabilidad de los activos mencionados. En este sentido, la concepción que un mayor tamaño familiar implica un aumento de los recursos productivos de la familia y, por tanto, un aumento de bienestar, no encuentra sustento empírico. También se han analizado los efectos que cambios en la tenencia de activos tendrían sobre la movilidad entre los estados de pobreza y fuera de la pobreza. Dada la naturaleza corta del panel estudiado (1991-1994), se encuentra que cambios en los activos no son suficientes para explicar transiciones hacia dentro y fuera de la pobreza, aunque son cruciales para explicar la permanencia en la pobreza o fuera de ésta. La educación, la experiencia laboral y el tamaño de la familia, así como el ahorro financiero, el acceso a teléfono y la tenencia de ganado, son las variables más importantes para explicar si un hogar se mantiene en su estado de pobreza original. Para explicar las transiciones es necesario tener en cuenta shocks ligados a cambios de corto plazo. Estos shocks fueron parcialmente aproximados por cambios de corto plazo en el gasto social, en el distrito al cual pertenece cada hogar y por cambios en el status laboral de los miembros del hogar. Así, para salir de la pobreza es crucial un aumento en la experiencia migratoria, un aumento en el número de ocupados respecto del total de miembros en edad de trabajar y una reducción en el tamaño de la familia. Para no caer en el status de pobreza son importantes el nivel y el aumento en educación, la experiencia laboral, una reducción del tamaño familiar, las mejoras en el acceso a agua potable y aumentos en el hato ganadero.